Tu tiroides no produce suficiente hormona tiroidea… o produce demasiada? Ya sea hipotiroidismo o hipertiroidismo, tu salud se resiente. Y es preciso que estés atenta(o) a los síntomas que se producen para que puedas tomar medidas lo antes posible.
El hipertiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de un aumento de la actividad de la glándula tiroides. Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo.
El hipertiroidismo se caracteriza por la elevación de los niveles de hormonas tiroideas en sangre, lo que produce una aceleración generalizada de las funciones del organismo.
Es una enfermedad frecuente que afecta alrededor del 1% de la población siendo más frecuente en mujeres entre 30-40 años.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
- Nerviosismo excesivo
- Insomnio, palpitaciones
- Cansancio inexplicable
- Sudoración fácil, mala tolerancia al calor
- Temblor de manos
- Pérdida de peso y diarreas
El hipotiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de una reducida actividad de la glándula tiroides. Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo.
Cuando las hormonas tiroideas disminuyen, como ocurre en el hipotiroidismo, la secreción de TSH aumenta en un intento de conseguir que el tiroides trabaje al máximo para recuperar el nivel normal de hormonas tiroideas, situación que no se consigue cuando el hipotiroidismo se encuentra ya establecido.
Las hormonas tiroideas son fundamentales para que se lleven a cabo la mayoría de funciones del organismo.
En consecuencia, el hipotiroidismo se caracteriza por una disminución global de la actividad orgánica que afecta a funciones metabólicas, neuronales, cardiocirculatorias, digestivas, etc.